El primer indicio del ingreso del karate y kobudo en nuestro país, fue a través de un experto okinawense llamado Soken Hohan, quien en 1922 emigra de Okinawa a la Argentina radicándose en la provincia de Buenos Aires, donde se dedico a la fotografía y la tintorería. No se tienen datos ciertos sobre sus enseñanzas de artes marciales en nuestro suelo, una hipótesis es a través de algunas katas de Bo jutsu y Sai jutsu que en la actualidad se trasmiten informalmente en la zona sur de la provincia de Buenos Aires, por algunos practicantes de karate, que no saben el nombre de la kata y les fue enseñada por los hijos de algún miembro de la colectividad okinawense de aquella época, quienes posiblemente las recibieron de Soken sensei durante su residencia de 30 años en nuestro país. Regresa a Okinawa al finalizar la segunda guerra mundial y desarrolla su escuela a la que llamo Matsumura Seito Karate y Kobudo.
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